Por favor, ódiame. Apártame de tu vida, déjame marchar.
Vete. Sal corriendo y no escuches mi llanto. Cree que te mentí.
Olvídame y jamás regreses. Deja que me ahogue en mis recuerdos y no construyas más a mi alrededor.
Vive. Sé feliz con la vida que elegiste y deja que yo destroce la mía como me plazca.
Ódiame y desaparece. Somos un error del destino, una mala coincidencia que jamás debió darse. Perdimos el momento, ya no habrá un futuro con nosotros.
Asúmelo y ódiame. Porqué no fuimos valientes, ni sinceros, ni reales cuando podíamos serlo. Y ahora, esas palabras perdidas no hacen más que quemarme el alma. Y prefiero arder en el infierno de tu odio que seguir anhelando tus besos.
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Sin palabras, como siempre. Me gusta tu capacidad para poner palabras a los sentimientos
Muchísimas gracias 🙂